domingo, 16 de noviembre de 2008

Día de Muertos, con M de México


El día de muertos es sin duda la festividad más representativa de México.



Tanto refleja el carácter y cultura del mexicano que la UNESCO ha declarado esta festividad como Patrimonio de la Humanidad.

Los primeros días del mes de noviembre, el país entero hace una pausa de las actividades cotidianas para dedicarle tiempo a sus difuntos, y dedicarles tiempo de verdad. Tanto las principales plazas de cada ciudad y los panteones, como las salas de las casas de las familias mexicanas se visten de gala con velas, flores, fotografías, comida, y otros muchos simbolismos que exige esta festividad. Finalmente el reflejo del esfuerzo y la dedicación se admiran el 1ro y 2do de noviembre.



Esta tradición esta fuertemente arraigada al corazón de los mexicanos por dos motivos muy fuertes. El primero es nuestra tradición prehispánica y el segundo es nuestra herencia hispana. Y es que esta tradición, (no como la conocemos totalmente hoy en día pero casi) es de origen prehispánico. Para los aztecas, los mayas, los toltecas y todas las demás culturas prehispanicas existentes en México el tema de la muerte era de vital importancia. Esta festividad a los muertos se realizaba en el noveno mes del calendario solar mexica y duraba el mes completo. Para estas culturas, contraria a la creencia católica que nos heredaron los españoles, el destino eterno no dependía de la manera en que el difunto hubiera vivido su vida, dependía de la manera en que moría, así mismo existían tres direcciones a donde el difunto se debería dirigir. Estas culturas como parte del ritual, solían guardar los cráneos y mostrarlos como símbolo de la muerte y del renacimiento.



Cuando los españoles llegaron a México, se sorprendieron de muchas de las tradiciones que la gente de esta tierra practicaba. Y buscando la manera de convertir a los nativos a la religión católica fusionaron las dos festividades, la prehispánica, con la tradición católica del día de todos los santos y todas las almas; así surge lo que hoy llamamos día de muertos. De igual manera los altares que conocemos hoy en día conservan elementos de ambas culturas, no pueden faltar, el agua, la sal, las flores, el incienso, las velas, el papel picado, el pan de muerto, la comida favorita del difunto, la bebida favorita que suele ser tequila, mezcal o pulque, y evidentemente una foto o retrato del difunto para quien se pone el altar.

Como mexicanos estamos acostumbrados al sincretismo, a fusionarnos con otras culturas, a ceder, a adoptar nuevas formas, a perder un poco, a ganar más. Entregamos facilmente el corazón, abrimos mucho los brazos, y con esto seguimos formando nuestra identidad, lo que a su vez algunos aseguran que nos causa un conflicto de identidad... sea como sea, debemos proteger nuestra cultura, desafortunadamente nuestro vecino país del norte tiene una tradición fuertemente apoyada por la mercadotecnia muy cercana a estas fechas que por cierto no es nada inofensiva como hacen parecer disfrazando a los niños para que pidan dulces, no voy a hablar ahora de esta "festividad", pero se los dejo de tarea... solo les doy una pista... esta festividad viene de los antiguos celtas, llamados druidas. Para festejar, primero hay que saber que estamos festejando.... no lo creen...??

1 comentario:

francisco m. ortega dijo...

Sí así es. Lo mejor de los pueblos y las culturas es la amalgama y sobre su sedimento levantar una nueva tradición. Interesante tu 'post' sobre los muertos y triste la imposición católica, pero eso ya no tiene vuelta de hoja.

No creo que el sincretismo empobrezca, al contrario, lo que sí es paupérrimo es importar fiestas como las anglosajonas (halloween).

Aquí también existen algunas tradiciones para el 2 de noviembre: Día de los fieles difuntos.


http://elsexodelasmoscas.blogspot.com/2005/11/mariposas.html

Patricia, aprovecho para agradecerte el enlace de mi bitácora y para informarte que coloqué un vínculo de tu 'blog' entre mis enlaces.

Un saludo cordial.